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4.EL DOCENTE FRENTE A LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA.

La educación ha sufrido una serie de innovaciones tecnológicas que la han colocado en un predicamento sobre la funcionalidad de éstas en el ámbito escolar; las predicciones de que su introducción a la escuela mejorarían y revolucionarían la tarea de enseñanza - aprendizaje no ha sido del todo clara en la práctica. Escamez y Martinez (1987) afirman que es necesaria la incorporación y el compromiso de los agentes educativos con las innovaciones tecnológicas en la escuela y enfatizan el papel de los maestros en esto.

En una revisión de estudios publicados desde 1920 sobre el uso de la tecnología en el salón de clases, Cuban encontró que muchos investigadores atribuían el fracaso de la introducción de las innovaciones tecnológicas al aula, a la falta de habilidad de los maestros de adaptar sus estilos de enseñanza (Hannafin y Savenye,1993).

Por otro lado Hannafin y Savenye (1993) afirman que a pesar de la alentadora tendencia reportada en el estudio de Becker (1991) en donde el número de maestros usuarios de las computadoras de 1985 a 1989 se duplicó, existe una gran cantidad de maestros que guardan cierta resistencia al uso de la tecnología en el aula; hecho que igualmente puede ser motivo de fracaso. Según estos autores, los maestros pueden sentirse amenazados por el cambio y por ello se resisten a este.

Los profesores que se mantienen a la defensiva en la adopción de la tecnología informática aducen falta de apoyo a sus necesidades concretas. Valle Sánchez (1998) ha señalado que las dificultades más significativas que encuentran los profesores son: escasa información sobre las posibilidades de esta tecnología, dependencia de los técnicos, tendencia a la producción individual del material didáctico -con el consecuente aislamiento al preparar e impartir las clases-, falta de incentivos para el cambio, falta de infraestructura y escasez de material didáctico.

En la revisión realizada por Hannafin y Savenye (1993) se presentan algunas investigaciones:

• De acuerdo con Sandholtz, Ringstaff y Drwyer (1990) una de las causas de que los maestros se den por vencidos en los primeros intentos o acercamientos hacia la utilización de las computadoras es la frustración experimentada en el proceso de aprendizaje de su uso.

• Otra razón puede ser la reportada por Wiske, (1990) quien encontró que algunos maestros simplemente no creían que la computadora pudiera mejorar los resultados de aprendizaje, según ellos debido a que la computadora se podría convertir en una muleta mental para algunos estudiantes, siendo utilizada como apoyo para el desempeño escolar pero no para el aprendizaje.

• La hipótesis de McMahon (1990) habla de que la resistencia de algunos maestros se debe a que perciben la computadora como una competencia en la atención de los alumnos y en cierto sentido, se niegan a compartir el aula con alguien más, en este caso con la computadora misma.

• Otro de los factores que provocan la resistencia de los maestros al uso de la computadora es el miedo. Wiske (1990) encontró que algunos maestros no usuarios les provocaba miedo perder el control "escénico" mientras que a otros les atemorizaba verse como " tontos" frente a su clase.

Por otra parte Escamez y Martínez (1987) atribuyen la resistencia de los maestros a la falta de sensibilización sobre las bondades de los resultados en la aplicación de las innovaciones tecnológicas, y en este caso de la informática.

Para estos autores, la transformación que producen las innovaciones tecnológicas en la educación debe ser introducida por un cambio voluntario de los docentes y no sólo por la propaganda de expertos o por exigencias de decretos gubernamentales.

El uso de la computadora como un elemento más en la metodología de la enseñanza, implica un cambio en las funciones de los maestros; cambio que puede crear una ruptura en la concepción armónica que tienen de su papel en el salón de clases generando así una actitud negativa hacia el objeto que transgrede, y por lo tanto una resistencia hacia su introducción.

En nuestro país, el maestro promedio se ve forzado a adoptar la tecnología para "no quedarse atrás" y competir laboralmente, soportando diversas presiones de carácter grupal e institucional que se traducen en incentivos educativos y laborales de diversa índole. El lado amable de estas presiones lo constituye una incipiente cultura informática que impulsan los corrillos de profesores interesados, en una labor de persuasión y apoyo mutuo en el quehacer cotidiano.

Aparte de los condicionantes sociales e institucionales de la adopción, se encuentra el proceso que cada profesor sigue al involucrarse por primera vez y permanecer en contacto con la tecnología informática. Las actitudes de los docentes hacia su trabajo y hacia las novedades tecnológicas, son determinantes para un involucramiento personal con una permanencia relativamente estable. Este factor presenta una gran variabilidad, puesto que alude a las características psicológicas de los individuos que conforman el magisterio, a su propia formación y grado de satisfacción en su labor. Dadas las condiciones de accesibilidad tecnológica y presión laboral, el docente puede manifestar actitudes tanto positivas y como negativas respecto del medio informático.

La introducción de la computadora al salón de clases, exige a los maestros un esfuerzo mayor del acostumbrado y una evaluación de sus capacidades frente a un aprendizaje que implica la incorporación de un lenguaje nuevo, la adquisición y asimilación de conocimientos y habilidades que no guardan una relación estrecha con su desempeño cotidiano e inclusive un cierto manejo de ansiedad y frustración frente a la tecnología.

Es por esto que, de acuerdo con Betty Collis (1996), es necesario no solo reconocer la importancia de los maestros, sino observar que el rol del maestro y el paradigma educativo que lo subyace debe cambiar con el objeto de que el potencial de la informática pueda ser utilizada como una herramienta de solución de problemas y como un estímulo para el cambio curricular (Knezek,1999).

Frente a las innovaciones tecnológicas de la informática en la educación, el rol del maestro como transmisor de información a los estudiantes relativamente pasivos no podrá permanecer por mucho más tiempo (Hannafin y Savenye, 1993).

El cambio en el rol del maestro no se da por el simple hecho de utilizar la computadora en el salón de clases, éste ocurre sólo cuando la responsabilidad de los alumnos por aprender se modifica; de modo que a mayor responsabilidad y libertad dada a los alumnos mayor es el cambio en el rol.

Términos como "instructor", "organizador", "iniciador", "facilitador" y la forma en que aparecen en la literatura relacionados con la tecnología, orientan el nuevo rol del maestro. De esta forma, se puede concebir al maestro al mismo tiempo como un aprendiz y explorador junto con sus estudiantes, relegando la concepción del maestro como el "sabelotodo" controlador del conocimiento (Hannafin y Savenye, 1993).

De acuerdo con estos autores, el rol del maestro puede ser visto como un continuum en el cual de un lado está el rol tradicional del maestro como impartidor del conocimiento, y del otro el rol de observador y facilitador y por lo tanto la teoría del aprendizaje comprende en el lado tradicional del continuum una visión objetiva y en el otro una visión constructivista. El punto de vista objetivo concibe el conocimiento como una entidad separada que se puede adquirir a través de los sentidos; de modo que es adquirida por el maestro y posteriormente transmitida a los alumnos. El constructivismo sostiene que el conocimiento existe en la mente de cada persona y es formado únicamente por experiencias propias; de esta forma lo que el maestro percibe como verdad o conocimiento nunca va a ser igual a la percepción de los alumnos.

El cambio en el rol del maestro puede coincidir con un cambio subyacente en la teoría del aprendizaje, de modo que la resistencia de los maestros hacia el uso de la tecnología en el aula puede ser causado por una inquietud con el cambio en la definición del conocimiento y del aprendizaje.

Preguntas (EVIDENCIA)

1. ¿Qué tanto la actitud de un docente frente a las Tics, repercute en el proceso de aprendizaje de los estudiantes? Bastante, si el docente no toma una buena actitud frente a las tecnologías de la comunicación nunca podrá tomar buen provecho de ellas y afectaría en el proceso de aprendizaje de sus estudiantes. Ahora bien si el maestro tiene una actitud positiva ante estas tecnologías la clase sería más fluida y con mejores herramientas para su enseñanza.

2. ¿Cuál consideras que sea la dificultad más grande que tiene el docente para el uso de las Tics? Algunos autores como Sandholtz, Wiske y McMahon consideran que frustración ante las nuevas tecnologías, las creencias en ellas y el miedo de verse ridículos al estar frente de ellas son las principales razones por la cual un docente no quiere usar las Tics. No se debe ver a las Tics como algo que no podemos alcanzar sino como herramientas que podemos utilizar para mejorar el proceso de enseñanza.

3. ¿Qué actitud es la más común de los docentes ante el uso de los tics? ¿Por qué? La actitud que ellos toman es una actitud negativa pues no quieren deshacer o romper esa concepción armónica que tienen en su papel en el salón de clases. Ellos están acostumbrados a su enseñanza de siempre pues es el que siempre les ha funcionado y por esta razón se reúsan a la ayuda de nuevas herramientas como las Tics.

4. ¿Por qué es importante tener una actitud positiva de los docentes ante el uso de las Tics? Mantener una actitud positiva ante las Tics permite que tenga una mejor relación con ellas y así pueda buscar la mejor manera de transmitir su conocimiento, pues las Tics son herramientas que aumenta su capacidad y le ayudan a resolver problemas en su proceso de enseñanza.

5. ¿Qué consideras que debería cambiar para que los docentes tengan una actitud de aprecio ante el uso de las Tics? Primero que ellos reconozcan que las Tics son una herramientas la cual darán impuso y facilidad para trasmitir el conocimiento y que no lo vea como obstáculo, otra cosa que se debe de cambiar pero por parte de los estudiantes es la responsabilidad que ellos tienen por aprender, deben adaptarse a las tecnologías que su maestro utilice esto para hacer más eficaz el proceso de enseñanza-aprendizaje.

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